REFLEXIONES FINALES POSCURSADA de los ESTUDIANTES
SOBRE
URBANISMO I
"Urbanismo 1 es totalmente diferente a lo que me imaginaba antes de empezar la cursada. Creo que, la mayoría, teníamos un concepto equivocado de la materia.
Personalmente me imaginaba que los conceptos que veríamos serían del estudio de la ciudad vista “en planta”, “la cuadrícula y la generación de ella”, etc., sin pensar en cómo, y porqué se llega a eso. No pensé en la influencia que tenía en los comportamientos sociales y la realidad de algunos habitantes como causa o consecuencia de numerosas acciones que, vistos desde la distancia y la “ignorancia” en muchos temas, jamás hubiera imaginado que estaban relacionados.
Esta materia abre mucho la cabeza con respecto a muchos temas, nunca tuvimos que leer y responder preguntas, diría que durante todo el año leímos, reflexionamos, relacionamos, confrontamos y recién ahí, respondimos preguntas."
"Me llevo de la
cátedra muchos conocimientos que antes no había tenido la
posibilidad de profundizar. Fue un placer y un honor participar de
las clases dictadas por Ana Núñez quien nos ha dado las
herramientas para poder desnaturalizar y observar procesos desde otro
punto de vista. Particularmente mi paso por el taller muchas veces ha
sido sumiso y muy poco participativo en clase, pero no es un síntoma
de desinterés con respecto a los temas dictados, sino parte de mi
personalidad. De cualquier forma señalo, como crítica constructiva,
que muchas veces no se dio la posibilidad de la discrepancia, desde
el punto de vista de que en el proceso de estudio, los alumnos a
veces no contamos con los conocimientos, o información teórica,
necesarios como para poder justificar ciertas opiniones o posturas
frente a un tema. Sinceramente las referencias que tenía de la
materia me hicieron pensar que se desarrollarían otro tipo de temas,
pero gratamente ha superado las expectativas que tenía al inicio del
curso, profundizando en temas muy importantes para el desarrollo de
la actividad profesional, pero por sobre todo, el desarrollo
intelectual personal."
"Definitivamente
Urbanismo I no tenía nada que ver con lo que pensaba, los contenidos
de la materia difieren mucho de lo que suponía.
Cursar esta materia me abrió mucho la cabeza, mirar de otra manera, así lo resumiría, más allá del contenido teórico, la manera de interpretarlo.
Si bien Ana desde el principio aclaró que era una materia “pesada”, y por momentos lo fue, creo honestamente que me sirvió de mucho. Que aprender lo que aprendimos, si bien a cualquiera le serviría, para entender muchas cosas, a nosotros, arquitectos en formación, nos sirve mucho."
Cursar esta materia me abrió mucho la cabeza, mirar de otra manera, así lo resumiría, más allá del contenido teórico, la manera de interpretarlo.
Si bien Ana desde el principio aclaró que era una materia “pesada”, y por momentos lo fue, creo honestamente que me sirvió de mucho. Que aprender lo que aprendimos, si bien a cualquiera le serviría, para entender muchas cosas, a nosotros, arquitectos en formación, nos sirve mucho."
"Mi
primer concepto del término Urbanismo lo relacionaba con la idea de
proyectar una ciudad de la misma forma que proyectamos una casa para la
materia Diseño Arquitectónico, sin tener en cuenta que es necesario un
estudio de la sociedad y sus relaciones junto a la configuración del
territorio. La materia nos hace ver al urbanismo como una práctica
ideológica naturalizada que reproduce el orden dominante y la propiedad
privada; la relación de la conformación del territorio urbano con las
prácticas sociales en sus distintas fases de desarrollo; y que la
división del espacio es una estrategia para controlar.
A partir del curso me concienticé sobre diferentes aspectos de la política urbana y de los procesos que desatan tensión y obligan a la población a realizar estrategias de resistencia. Con gran fundamento y bajo un marco de argumentos críticos, la materia nos hace ver la realidad cotidiana, donde el poder en sus diferentes etapas manipula las identidades sociales.
Desde mi punto de vista dentro del curso es necesario un enfoque de labor pluridisciplinaria de la práctica urbanística, que se desarrolle bajo métodos donde se articulen los conocimientos propios, con los métodos teóricos prácticos del urbanismo en sí.
Durante el año tomé conocimiento de muchos temas y personajes históricos nunca estudiados en la carrera, por esta razón muchas de las consignas de los trabajos no me resultaban claros o me fueron de difícil comprensión.
Al finalizar el año lectivo puedo decir que el curso de urbanismo me abrió muchas puertas a diversos temas y autores que voy a seguir profundizando. Como estudiante de arquitectura pienso que en la carrera es necesario escuchar diferentes puntos de vistas y más aún tener un acercamiento a la realidad social, que es una sola y hay mucho por hacer."
A partir del curso me concienticé sobre diferentes aspectos de la política urbana y de los procesos que desatan tensión y obligan a la población a realizar estrategias de resistencia. Con gran fundamento y bajo un marco de argumentos críticos, la materia nos hace ver la realidad cotidiana, donde el poder en sus diferentes etapas manipula las identidades sociales.
Desde mi punto de vista dentro del curso es necesario un enfoque de labor pluridisciplinaria de la práctica urbanística, que se desarrolle bajo métodos donde se articulen los conocimientos propios, con los métodos teóricos prácticos del urbanismo en sí.
Durante el año tomé conocimiento de muchos temas y personajes históricos nunca estudiados en la carrera, por esta razón muchas de las consignas de los trabajos no me resultaban claros o me fueron de difícil comprensión.
Al finalizar el año lectivo puedo decir que el curso de urbanismo me abrió muchas puertas a diversos temas y autores que voy a seguir profundizando. Como estudiante de arquitectura pienso que en la carrera es necesario escuchar diferentes puntos de vistas y más aún tener un acercamiento a la realidad social, que es una sola y hay mucho por hacer."
"Generalmente cuando hablamos del desempeño de una persona, significa, evaluar, por un lado el grado de cumplimiento de sus funciones y las responsabilidades establecidas por la institución a la cual forma parte, y por otro, la calidad con la que se lleva a cabo la función en términos de rendimiento, como así también, los logros obtenidos en un tiempo determinado que permitan realizar una valoración y dar a conocer las fortalezas y debilidades propias del docente, y los espacios de oportunidad para la mejora de su función.
Debemos de considerar además, que la evaluación de un docente es un proceso que implica emitir un juicio de valor sobre determinados rasgos que lo forman; en este sentido, nos referimos, primeramente al cumplimiento de sus responsabilidades en el binomio enseñanza-aprendizaje, a través de un desarrollo pedagógico que comprende la forma en que a través, de la enseñanza, el docente incentiva al alumno desde diversos rincones. Este indicador, abarca, por ejemplo: la planeación de la clase, su desarrollo, los materiales con los que se ha trabajado, el seguimiento por parte del docente y los ayudantes.
En segundo lugar, tenemos el desarrollo profesional, que hace alusión a los procesos mediante los cuales el docente alcanza niveles más altos de competencia y amplía la comprensión de sí mismo, de su rol, los contextos, y de la carrera profesional, en otras palabras, para que el docente tenga un crecimiento profesional continuo. (Duke y Stinggins, 1990). (*)
En este sentido decimos que Urbanismo 1 “A” ha sido una materia, que ha logrado sorprendernos; en mi caso particular, y (más aún viniendo de una disciplina como la Geografía que presenta una mirada del espacio y su relación con la sociedad bastante alejada de la que tienen gran parte de los urbanistas-arquitectos), gratamente.
Pero, respetando el hilo que conduce estas líneas, y enfocándonos en el primer punto del apartado anterior, me gustaría detallar los siguientes puntos:
ROL DEL DOCENTE EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE: hemos tenido la suerte, o mejor dicho, he tenido la suerte, de haber seleccionado una materia fuera de mi plan de estudios que ha logrado, no sólo superar toda expectativa, sino que ha logrado sorprenderme de la mejor manera. Debo resaltar el rol-labor-tarea que ha tenido la Dra. Ana Núñez a lo largo del año con todo el grupo de trabajo que hemos sabido conformar futuros arquitectos y geógrafos.
Sin querer, hallé una referente, de aquellas que basta escuchar hablar para sentirte identificado. Que denota en cada palabra el amor que siente por lo que hace, y lo lleva a la práctica de igual manera (cosa rara de ver en el seno de una Universidad). Su mirada crítica ante el análisis del espacio territorial y el análisis de la sociedad, teniendo en cuenta las prácticas sociales que lo sustentan, han sido puntos clave en el desarrollo de la cursada.
Ha sido una docente que ha sabido:
- Ser consciente y crítica ante los procesos de producción de conocimiento.
- Ser crítica acerca de las carencias de aquellos aspectos sobre los que no se ha profundizado.
- Aproximar al grupo en general a diferentes procesos de investigación, a través del diseño y la puesta en marcha de algunas experiencias concretas, con la finalidad de desarrollar competencias vinculadas a la delimitación de problemas, la formulación de hipótesis, la recopilación de información existente sobre un determinado problema.
- Adoptar una actitud analítica e investigativa para modificar y potencializar la visión de sus prácticas formativas laborales y profesionales.
- Convertirse en asesora-investigadora y orientadora, logrando traspasar los límites de la formación inicial y permanente, generado con ello alternativas creativas, no convencionales o tradicionales. En el caso de aquellos que venimos de una disciplina distinta, como es la Geografía, la modalidad de trabajo: Grupo Taller/grupo operativo, o Taller laboratorio-taller es considerado una posibilidad de aprendizaje distinta.
- Reflexionar teórica y prácticamente acerca de lo que ocurre en los procesos de enseñanza y aprendizaje en situaciones áulicas.
- Coordinar el trabajo en equipo.
- Actuar y reaccionar con pertinencia ante diferentes situaciones áulicas.
- Elevar y potenciar el nivel formativo en el aula.
- Unir e interrelacionar las actividades del salón, con la comunidad y la sociedad en particular a través de diversos elementos, uno de ellos ha sido el trabajo de aplicación que hemos realizado en forma grupal sobre una problemática particular en nuestra ciudad.
- Coordinar criterios teóricos, prácticos y de investigación.
- Ha tenido la capacidad de autocrítica y de autorreflexión como para cuestionar su propia práctica.
- Seleccionar los contenidos de la currícula y estos han sido experimentados a lo largo de su propia práctica profesional.
- Volcar todo su conocimiento y experiencia en el aula, utilizando una serie de herramientas que han favorecido nuestro aprendizaje.
- Y como diría mi profesora de Didáctica General Mariela Senger: “ha sabido aprender y aprender a aprender”, en este sentido, (y para concluir este primer punto), la comunicación y el tipo de relación que ha generado con el alumnado traspasó la barrera entre el profesor como autoridad y el estudiante como aprendiz.
Como bien lo señala Silvia Schlemenson (2000) “el reconocimiento del lugar y la vigencia que adquiere el encuentro con los otros es tal vez el eje que posibilita el acceso al aprendizaje significativo, al aprendizaje atravesado por la subjetividad y no recluido a la enciclopédica incorporación de conocimiento que las computadoras prometen”.
CONTENIDOS ABORDADOS: a lo largo de la cursada hemos experimentado un extenso recorrido a lo largo dos puntos centrales: en primer lugar analizamos la relación histórica entre sociedad y territorio y la forma de apropiación y organización social del mismo. En este punto resulta útil recuperar la noción de producción del espacio propuesta por el sociólogo Henri Lefebvre, ( 1974), en la cual, la noción de producción no se circunscribe de manera exclusiva a lo económico sino que alcanza al espacio en tanto constitutivo de las relaciones sociales y a la vez como formalización de la sociedad misma. El abordaje del espacio como producto social pone en juego el proceso histórico de producción del mismo, donde la superposición de una multiplicidad de espacios diferentes interviene en la producción de la diversidad social de las ciudades, y en ese proceso la ciudad condensa el conjunto de signos y símbolos que le han sido atribuidos socialmente a lo largo del tiempo histórico.
Hemos visto cómo la multiplicidad de espacios que nos rodean dan cuenta de las condiciones diferenciales que poseen los distintos actores sociales en su acceso al espacio urbano, pero también nos habla sobre la forma de producirlo y apropiarse del mismo. Así como en la producción capitalista quienes poseen la propiedad de los medios de producción (fábricas, máquinas, herramientas e insumos) controlan los procesos y capitalizan sus beneficios, en la ciudad son los propietarios del suelo quienes al reservar para sí la colocación o sustracción de esos bienes en el mercado lo hacen también movidos por la lógica de la obtención de la ganancia capitalista.
En este sentido, realizamos una serie de lecturas sobre las contradicciones objetivas del capitalismo en los procesos de producción urbana y en la reproducción de los principales grupos de actores que intervienen en la construcción de la ciudad: los empresarios capitalistas, los promotores inmobiliarios, el Estado en su rol de planificador, de articulador de intereses y de productor de condiciones básicas para la valorización del capital y sobre todo los habitantes urbanos, dotados de capacidades diferenciales para acceder al suelo y la vivienda, y sujetos a múltiples situaciones de injusticia espacial.
Nos abocamos a profundizar en los procesos concretos que tenían lugar en la ciudad y cómo esas contradicciones objetivas del capitalismo producen territorios contradictorios y por ende, conflicto.
De esa manera indagamos en las formas de urbanización y suburbanización de los diferentes sectores sociales, la fragmentación urbana, las formas de la injusticia, y la lucha por el derecho a la ciudad.
Asimismo, durante toda la cursada hicimos hincapié en una serie de aspectos transversales a las diferentes etapas históricas; esto es, elementos que podíamos visualizar de una u otra manera en cualquier período, y que tienen que ver fundamentalmente con la relación entre los macroprocesos sociales (y aquí incluimos lo económico, lo político, lo cultural y lo ambiental) y su interrelación con las formas de producción del territorio, en particular en la producción de ciudad; y por otra parte, la denominada Sociedad Civil (o la reproducción de la vida), y cómo la dinámica derivada de esas tensiones va configurando diferentes tipos de espacios urbanos y suburbanos.
Y logramos concluir esta primera parte reconociendo que a lo largo del último siglo el afianzamiento del capitalismo de mercado ha contribuido a trastocar la condición histórica de la ciudad como (lugar) privilegiado para la mixtura social, con un fuerte “sentimiento de pertenecer o formar parte de…”, dando lugar a ciudades cada vez menos diversas en su composición social y -por la misma razón- más fragmentadas en su configuración física. Este último punto, nos permite avanzar en el segundo apartado.
En la Segunda fase de análisis abordamos al Estado y el gobierno con la correspondiente formación social Argentina y la red de ciudades, para concluir con las categorías teóricas en movimiento, que tienen que ver con la apropiación y organización social del espacio de los distintos sectores sociales: asentamientos, villas, loteos irregulares y clandestinos, edificios “tomados”, barrios cerrados, entre otros. Para luego analizar las causas, los conflictos y las consecuencias de esa forma de apropiación.
Hemos dejado para el final un tema que consideramos transversal a todo nuestro recorrido ya que articula la mayoría de los aspectos que planteamos como conflictos en nuestros análisis y otros no tratados aquí, pero que también revisten relevancia y pueden ser trabajados desde esta perspectiva como los vinculados al ambiente, la participación ciudadana, el espacio público o las cuestiones de género, entre muchos otros; nos referimos al “derecho la vivienda “; “derecho a la ciudad”.
Lo primero que cabe decir sobre esto es que el propio planteo marca una diferencia fundamental en la consideración de la ciudad entendida como producto social, por cuanto no se trata ya de considerarla tan sólo como un hecho físico sino, -y fundamentalmente- como un hecho de naturaleza eminentemente política, que reconoce a todas las prácticas urbanas como formando parte inescindible del ejercicio de ciudadanía de quienes las habitan. Es desde esta particular mirada que Lefebvre nos dice “El derecho a la ciudad no puede concebirse como un simple derecho de visita o retorno hacia las ciudades tradicionales. Sólo puede formularse como el derecho a la vida urbana, transformada, renovada.” (Lefebvre, 1969:138).
Finalizamos este apartado con una frase que sintetiza los ejes principales en el ideario de Lefebvre sobre el derecho a la ciudad:
“… El derecho a la ciudad se manifiesta como una forma superior de los derechos: derecho a la libertad, a la individualización en la socialización, al hábitat y al habitar. El derecho a la obra (a la actividad participante) y el derecho a la apropiación (muy diferente al derecho de propiedad) están imbricados en el derecho a la ciudad.” (Lefebvre, 1969:159)
Como geógrafa, no puedo pasar por alto, a quien retoma, hace algunos años el concepto de “derecho a la ciudad”, nuestro querido y admirado Harvey, que con una mirada menos sociológica, pero inscribiéndolo a la vez con el eslogan práctico e ideal político “porque el mismo plantea la cuestión de quién domina la conexión necesaria entre urbanización y producción y utilización del excedente” (Harvey; 2008: 39).
El planteo de Harvey se enfoca en los aspectos espaciales y económicos de las transformaciones en la ciudad que siguen siendo las causales de procesos urbanos cada vez más segregados y selectivos, así como el escenario de las crisis sistémicas en los años recientes.
Para este autor la ciudad se ha transformado -como nunca antes- en un espacio privilegiado del capitalismo, si bien siempre ofreció las mejores condiciones para la reinversión de los excedentes del sistema ahora esto está exacerbado: los booms inmobiliarios experimentados por EE.UU., Reino Unido, China y España en las dos últimas décadas han sido los mecanismos utilizados para desplazar la crisis del sistema, pero sus efectos inmediatos (burbuja inmobiliaria, crisis de las hipotecas, caída de la actividad y desempleo masivo) han producido nuevos factores de crisis al interior de las ciudades. (reflejado esto en la película “Cinco metros cuadrados”).
Como corolario, la transformación urbana resulta de una inyección fabulosa de los excedentes de la economía (pensemos por ejemplo en el papel de la colocación de los excedentes derivados del complejo sojero en cualquiera de nuestras ciudades); sin embargo sus impactos redundan en más fragmentación y segregación, en periferias cada vez más extendidas hacia las que son desplazados los grupos urbanos más pobres.
El autor es claro en su propuesta sobre cómo considerar el derecho a la ciudad:
“La cuestión de qué tipo de ciudad queremos no puede estar divorciada de la que plantea qué tipo de lazos sociales, de relaciones con la naturaleza, de estilos de vida, de tecnologías, de valores estéticos deseamos. El derecho a la ciudad es mucho más que la libertad individual de acceder a recursos urbanos: se trata del derecho a cambiarnos a nosotros mismos cambiando la ciudad. Es, además, un derecho común antes que individual, ya que esta transformación depende inevitablemente del ejercicio de un poder colectivo para remodelar los procesos de urbanización. La libertad de hacer y rehacer nuestras ciudades y a nosotros mismos es, como quiero demostrar, uno de los derechos humanos más preciosos, pero también uno de los más descuidados” (Harvey, 2008: 23).
Para Harvey, la forma de instrumentar el cambio residiría en un mayor control democrático sobre la producción y utilización del excedente, puesto que:
“El proceso urbano es un canal esencial de uso del excedente, instituir una gestión democrática sobre su despliegue urbano constituye el derecho a la ciudad” (Harvey, 2008: 37).
Para lograr, entonces, un real acercamiento a todos los conceptos vistos durante la cursada, se nos ha solicitado la elaboración de un trabajo de investigación/intervención, sobre hechos urbanos concretos. En nuestro caso particular, nos hemos propuesto analizar el conflicto existente en la zona del Estadio Polideportivo de nuestra ciudad, puntualmente, la diagonal Canosa como eje articulador, entre los espacios considerados vacantes, aquellos que están siendo utilizados por la Villa Evita y aquellos que han sido designados recientemente para el emplazamiento de la Ciudad Judicial.
Esta modalidad de trabajo, resulta sumamente satisfactoria, ya que permite asentar los conocimientos aprendidos en el aula, y acercarnos a la realidad inmediata a través de la práctica. Es un contacto directo con el problema y con los actores que forman parte del mismo. Logramos así, impregnar de significado los contenidos teóricos, reforzando su comprensión.
Particularmente debo decir que, este tipo de trabajo, (que poco tiene que ver con las salidas de campo que solemos realizar en la carrera de Geografía), ha favorecido el desarrollo de mi pensamiento y me ha hecho crecer personal y espiritualmente. El contacto directo con aquellos que sufren, por no tener un techo, por no contar con luz, agua, y alimentos para sus hijos, marca el corazón, genera impotencia y bronca , pero, por otro lado, te demuestra, que si se quiere se puede , y la lucha diaria y la resistencia de cada vecino lo demuestra.
Por otro lado, es destacable (ya que no suelen los docentes utilizar esta modalidad, salvo excepciones, como en este caso), que al inicio de la cursada el grupo de cátedra hizo entrega de un material en digital para que podamos contar con la bibliografía específica de cada unidad, inclusive, herramientas secundarias de apoyo, como por ejemplo, cartografía específica, programas concretos como el Atlas de Mar del Plata, información estadística del Partido de General Pueyrredón y de cada barrio en particular, el Plan Estratégico de la ciudad, entre otros. A esto debemos sumarle, todo el material extra, videos, documentales, artículos, libros, puestos a nuestra disposición y que sin duda han sido de suma importancia.
Si bien el devenir de la cursada ha sido muy distinto a lo que imaginaba, no por fallas en el materia sino por cuestiones personales que han obstaculizado mi presencia en las clases, en los respectivos parciales, y el compartir espacios de debate con mis compañeros; reconozco que he pensado en abandonar a mitad de camino, mas, si no lo he hecho es porque he tenido la suerte de contar con una Docente que supo comprender mi situación y me apuntaló para no caer.
Gracias Ana.
NOTA AL PIE
(*) Vale la aclaración en este segundo apartado, porque, si bien, como estudiante el saber si la docente ha logrado un crecimiento o desarrollo profesional durante el año resulta aventurado, atrevido y por momentos poco serio, nos pareció interesante rescatar las palabras de estos dos autores, ya que, en una de las últimas charlas emitidas por la docente titular de la cátedra, ésta, ha dejado bien en claro que su misión no es el traspaso de contenidos y saberes, sino más bien, dotarnos de capacidades para progresar y ordenar lo aprendido. Es decir, enseñar para la vida, desde la vida (como lo es la realidad social que nos circunda y en la cual estamos inversos), con los conocimientos suficientes (contextuales, procedimentales y actitudinales), para lograr un aprendizaje mutuo de verdad y de calidad, pues, un aprendizaje no sirve si se olvida, y mucho menos si no es compartido."
Debemos de considerar además, que la evaluación de un docente es un proceso que implica emitir un juicio de valor sobre determinados rasgos que lo forman; en este sentido, nos referimos, primeramente al cumplimiento de sus responsabilidades en el binomio enseñanza-aprendizaje, a través de un desarrollo pedagógico que comprende la forma en que a través, de la enseñanza, el docente incentiva al alumno desde diversos rincones. Este indicador, abarca, por ejemplo: la planeación de la clase, su desarrollo, los materiales con los que se ha trabajado, el seguimiento por parte del docente y los ayudantes.
En segundo lugar, tenemos el desarrollo profesional, que hace alusión a los procesos mediante los cuales el docente alcanza niveles más altos de competencia y amplía la comprensión de sí mismo, de su rol, los contextos, y de la carrera profesional, en otras palabras, para que el docente tenga un crecimiento profesional continuo. (Duke y Stinggins, 1990). (*)
En este sentido decimos que Urbanismo 1 “A” ha sido una materia, que ha logrado sorprendernos; en mi caso particular, y (más aún viniendo de una disciplina como la Geografía que presenta una mirada del espacio y su relación con la sociedad bastante alejada de la que tienen gran parte de los urbanistas-arquitectos), gratamente.
Pero, respetando el hilo que conduce estas líneas, y enfocándonos en el primer punto del apartado anterior, me gustaría detallar los siguientes puntos:
ROL DEL DOCENTE EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE: hemos tenido la suerte, o mejor dicho, he tenido la suerte, de haber seleccionado una materia fuera de mi plan de estudios que ha logrado, no sólo superar toda expectativa, sino que ha logrado sorprenderme de la mejor manera. Debo resaltar el rol-labor-tarea que ha tenido la Dra. Ana Núñez a lo largo del año con todo el grupo de trabajo que hemos sabido conformar futuros arquitectos y geógrafos.
Sin querer, hallé una referente, de aquellas que basta escuchar hablar para sentirte identificado. Que denota en cada palabra el amor que siente por lo que hace, y lo lleva a la práctica de igual manera (cosa rara de ver en el seno de una Universidad). Su mirada crítica ante el análisis del espacio territorial y el análisis de la sociedad, teniendo en cuenta las prácticas sociales que lo sustentan, han sido puntos clave en el desarrollo de la cursada.
Ha sido una docente que ha sabido:
- Ser consciente y crítica ante los procesos de producción de conocimiento.
- Ser crítica acerca de las carencias de aquellos aspectos sobre los que no se ha profundizado.
- Aproximar al grupo en general a diferentes procesos de investigación, a través del diseño y la puesta en marcha de algunas experiencias concretas, con la finalidad de desarrollar competencias vinculadas a la delimitación de problemas, la formulación de hipótesis, la recopilación de información existente sobre un determinado problema.
- Adoptar una actitud analítica e investigativa para modificar y potencializar la visión de sus prácticas formativas laborales y profesionales.
- Convertirse en asesora-investigadora y orientadora, logrando traspasar los límites de la formación inicial y permanente, generado con ello alternativas creativas, no convencionales o tradicionales. En el caso de aquellos que venimos de una disciplina distinta, como es la Geografía, la modalidad de trabajo: Grupo Taller/grupo operativo, o Taller laboratorio-taller es considerado una posibilidad de aprendizaje distinta.
- Reflexionar teórica y prácticamente acerca de lo que ocurre en los procesos de enseñanza y aprendizaje en situaciones áulicas.
- Coordinar el trabajo en equipo.
- Actuar y reaccionar con pertinencia ante diferentes situaciones áulicas.
- Elevar y potenciar el nivel formativo en el aula.
- Unir e interrelacionar las actividades del salón, con la comunidad y la sociedad en particular a través de diversos elementos, uno de ellos ha sido el trabajo de aplicación que hemos realizado en forma grupal sobre una problemática particular en nuestra ciudad.
- Coordinar criterios teóricos, prácticos y de investigación.
- Ha tenido la capacidad de autocrítica y de autorreflexión como para cuestionar su propia práctica.
- Seleccionar los contenidos de la currícula y estos han sido experimentados a lo largo de su propia práctica profesional.
- Volcar todo su conocimiento y experiencia en el aula, utilizando una serie de herramientas que han favorecido nuestro aprendizaje.
- Y como diría mi profesora de Didáctica General Mariela Senger: “ha sabido aprender y aprender a aprender”, en este sentido, (y para concluir este primer punto), la comunicación y el tipo de relación que ha generado con el alumnado traspasó la barrera entre el profesor como autoridad y el estudiante como aprendiz.
Como bien lo señala Silvia Schlemenson (2000) “el reconocimiento del lugar y la vigencia que adquiere el encuentro con los otros es tal vez el eje que posibilita el acceso al aprendizaje significativo, al aprendizaje atravesado por la subjetividad y no recluido a la enciclopédica incorporación de conocimiento que las computadoras prometen”.
CONTENIDOS ABORDADOS: a lo largo de la cursada hemos experimentado un extenso recorrido a lo largo dos puntos centrales: en primer lugar analizamos la relación histórica entre sociedad y territorio y la forma de apropiación y organización social del mismo. En este punto resulta útil recuperar la noción de producción del espacio propuesta por el sociólogo Henri Lefebvre, ( 1974), en la cual, la noción de producción no se circunscribe de manera exclusiva a lo económico sino que alcanza al espacio en tanto constitutivo de las relaciones sociales y a la vez como formalización de la sociedad misma. El abordaje del espacio como producto social pone en juego el proceso histórico de producción del mismo, donde la superposición de una multiplicidad de espacios diferentes interviene en la producción de la diversidad social de las ciudades, y en ese proceso la ciudad condensa el conjunto de signos y símbolos que le han sido atribuidos socialmente a lo largo del tiempo histórico.
Hemos visto cómo la multiplicidad de espacios que nos rodean dan cuenta de las condiciones diferenciales que poseen los distintos actores sociales en su acceso al espacio urbano, pero también nos habla sobre la forma de producirlo y apropiarse del mismo. Así como en la producción capitalista quienes poseen la propiedad de los medios de producción (fábricas, máquinas, herramientas e insumos) controlan los procesos y capitalizan sus beneficios, en la ciudad son los propietarios del suelo quienes al reservar para sí la colocación o sustracción de esos bienes en el mercado lo hacen también movidos por la lógica de la obtención de la ganancia capitalista.
En este sentido, realizamos una serie de lecturas sobre las contradicciones objetivas del capitalismo en los procesos de producción urbana y en la reproducción de los principales grupos de actores que intervienen en la construcción de la ciudad: los empresarios capitalistas, los promotores inmobiliarios, el Estado en su rol de planificador, de articulador de intereses y de productor de condiciones básicas para la valorización del capital y sobre todo los habitantes urbanos, dotados de capacidades diferenciales para acceder al suelo y la vivienda, y sujetos a múltiples situaciones de injusticia espacial.
Nos abocamos a profundizar en los procesos concretos que tenían lugar en la ciudad y cómo esas contradicciones objetivas del capitalismo producen territorios contradictorios y por ende, conflicto.
De esa manera indagamos en las formas de urbanización y suburbanización de los diferentes sectores sociales, la fragmentación urbana, las formas de la injusticia, y la lucha por el derecho a la ciudad.
Asimismo, durante toda la cursada hicimos hincapié en una serie de aspectos transversales a las diferentes etapas históricas; esto es, elementos que podíamos visualizar de una u otra manera en cualquier período, y que tienen que ver fundamentalmente con la relación entre los macroprocesos sociales (y aquí incluimos lo económico, lo político, lo cultural y lo ambiental) y su interrelación con las formas de producción del territorio, en particular en la producción de ciudad; y por otra parte, la denominada Sociedad Civil (o la reproducción de la vida), y cómo la dinámica derivada de esas tensiones va configurando diferentes tipos de espacios urbanos y suburbanos.
Y logramos concluir esta primera parte reconociendo que a lo largo del último siglo el afianzamiento del capitalismo de mercado ha contribuido a trastocar la condición histórica de la ciudad como (lugar) privilegiado para la mixtura social, con un fuerte “sentimiento de pertenecer o formar parte de…”, dando lugar a ciudades cada vez menos diversas en su composición social y -por la misma razón- más fragmentadas en su configuración física. Este último punto, nos permite avanzar en el segundo apartado.
En la Segunda fase de análisis abordamos al Estado y el gobierno con la correspondiente formación social Argentina y la red de ciudades, para concluir con las categorías teóricas en movimiento, que tienen que ver con la apropiación y organización social del espacio de los distintos sectores sociales: asentamientos, villas, loteos irregulares y clandestinos, edificios “tomados”, barrios cerrados, entre otros. Para luego analizar las causas, los conflictos y las consecuencias de esa forma de apropiación.
Hemos dejado para el final un tema que consideramos transversal a todo nuestro recorrido ya que articula la mayoría de los aspectos que planteamos como conflictos en nuestros análisis y otros no tratados aquí, pero que también revisten relevancia y pueden ser trabajados desde esta perspectiva como los vinculados al ambiente, la participación ciudadana, el espacio público o las cuestiones de género, entre muchos otros; nos referimos al “derecho la vivienda “; “derecho a la ciudad”.
Lo primero que cabe decir sobre esto es que el propio planteo marca una diferencia fundamental en la consideración de la ciudad entendida como producto social, por cuanto no se trata ya de considerarla tan sólo como un hecho físico sino, -y fundamentalmente- como un hecho de naturaleza eminentemente política, que reconoce a todas las prácticas urbanas como formando parte inescindible del ejercicio de ciudadanía de quienes las habitan. Es desde esta particular mirada que Lefebvre nos dice “El derecho a la ciudad no puede concebirse como un simple derecho de visita o retorno hacia las ciudades tradicionales. Sólo puede formularse como el derecho a la vida urbana, transformada, renovada.” (Lefebvre, 1969:138).
Finalizamos este apartado con una frase que sintetiza los ejes principales en el ideario de Lefebvre sobre el derecho a la ciudad:
“… El derecho a la ciudad se manifiesta como una forma superior de los derechos: derecho a la libertad, a la individualización en la socialización, al hábitat y al habitar. El derecho a la obra (a la actividad participante) y el derecho a la apropiación (muy diferente al derecho de propiedad) están imbricados en el derecho a la ciudad.” (Lefebvre, 1969:159)
Como geógrafa, no puedo pasar por alto, a quien retoma, hace algunos años el concepto de “derecho a la ciudad”, nuestro querido y admirado Harvey, que con una mirada menos sociológica, pero inscribiéndolo a la vez con el eslogan práctico e ideal político “porque el mismo plantea la cuestión de quién domina la conexión necesaria entre urbanización y producción y utilización del excedente” (Harvey; 2008: 39).
El planteo de Harvey se enfoca en los aspectos espaciales y económicos de las transformaciones en la ciudad que siguen siendo las causales de procesos urbanos cada vez más segregados y selectivos, así como el escenario de las crisis sistémicas en los años recientes.
Para este autor la ciudad se ha transformado -como nunca antes- en un espacio privilegiado del capitalismo, si bien siempre ofreció las mejores condiciones para la reinversión de los excedentes del sistema ahora esto está exacerbado: los booms inmobiliarios experimentados por EE.UU., Reino Unido, China y España en las dos últimas décadas han sido los mecanismos utilizados para desplazar la crisis del sistema, pero sus efectos inmediatos (burbuja inmobiliaria, crisis de las hipotecas, caída de la actividad y desempleo masivo) han producido nuevos factores de crisis al interior de las ciudades. (reflejado esto en la película “Cinco metros cuadrados”).
Como corolario, la transformación urbana resulta de una inyección fabulosa de los excedentes de la economía (pensemos por ejemplo en el papel de la colocación de los excedentes derivados del complejo sojero en cualquiera de nuestras ciudades); sin embargo sus impactos redundan en más fragmentación y segregación, en periferias cada vez más extendidas hacia las que son desplazados los grupos urbanos más pobres.
El autor es claro en su propuesta sobre cómo considerar el derecho a la ciudad:
“La cuestión de qué tipo de ciudad queremos no puede estar divorciada de la que plantea qué tipo de lazos sociales, de relaciones con la naturaleza, de estilos de vida, de tecnologías, de valores estéticos deseamos. El derecho a la ciudad es mucho más que la libertad individual de acceder a recursos urbanos: se trata del derecho a cambiarnos a nosotros mismos cambiando la ciudad. Es, además, un derecho común antes que individual, ya que esta transformación depende inevitablemente del ejercicio de un poder colectivo para remodelar los procesos de urbanización. La libertad de hacer y rehacer nuestras ciudades y a nosotros mismos es, como quiero demostrar, uno de los derechos humanos más preciosos, pero también uno de los más descuidados” (Harvey, 2008: 23).
Para Harvey, la forma de instrumentar el cambio residiría en un mayor control democrático sobre la producción y utilización del excedente, puesto que:
“El proceso urbano es un canal esencial de uso del excedente, instituir una gestión democrática sobre su despliegue urbano constituye el derecho a la ciudad” (Harvey, 2008: 37).
Para lograr, entonces, un real acercamiento a todos los conceptos vistos durante la cursada, se nos ha solicitado la elaboración de un trabajo de investigación/intervención, sobre hechos urbanos concretos. En nuestro caso particular, nos hemos propuesto analizar el conflicto existente en la zona del Estadio Polideportivo de nuestra ciudad, puntualmente, la diagonal Canosa como eje articulador, entre los espacios considerados vacantes, aquellos que están siendo utilizados por la Villa Evita y aquellos que han sido designados recientemente para el emplazamiento de la Ciudad Judicial.
Esta modalidad de trabajo, resulta sumamente satisfactoria, ya que permite asentar los conocimientos aprendidos en el aula, y acercarnos a la realidad inmediata a través de la práctica. Es un contacto directo con el problema y con los actores que forman parte del mismo. Logramos así, impregnar de significado los contenidos teóricos, reforzando su comprensión.
Particularmente debo decir que, este tipo de trabajo, (que poco tiene que ver con las salidas de campo que solemos realizar en la carrera de Geografía), ha favorecido el desarrollo de mi pensamiento y me ha hecho crecer personal y espiritualmente. El contacto directo con aquellos que sufren, por no tener un techo, por no contar con luz, agua, y alimentos para sus hijos, marca el corazón, genera impotencia y bronca , pero, por otro lado, te demuestra, que si se quiere se puede , y la lucha diaria y la resistencia de cada vecino lo demuestra.
Por otro lado, es destacable (ya que no suelen los docentes utilizar esta modalidad, salvo excepciones, como en este caso), que al inicio de la cursada el grupo de cátedra hizo entrega de un material en digital para que podamos contar con la bibliografía específica de cada unidad, inclusive, herramientas secundarias de apoyo, como por ejemplo, cartografía específica, programas concretos como el Atlas de Mar del Plata, información estadística del Partido de General Pueyrredón y de cada barrio en particular, el Plan Estratégico de la ciudad, entre otros. A esto debemos sumarle, todo el material extra, videos, documentales, artículos, libros, puestos a nuestra disposición y que sin duda han sido de suma importancia.
Si bien el devenir de la cursada ha sido muy distinto a lo que imaginaba, no por fallas en el materia sino por cuestiones personales que han obstaculizado mi presencia en las clases, en los respectivos parciales, y el compartir espacios de debate con mis compañeros; reconozco que he pensado en abandonar a mitad de camino, mas, si no lo he hecho es porque he tenido la suerte de contar con una Docente que supo comprender mi situación y me apuntaló para no caer.
Gracias Ana.
NOTA AL PIE
(*) Vale la aclaración en este segundo apartado, porque, si bien, como estudiante el saber si la docente ha logrado un crecimiento o desarrollo profesional durante el año resulta aventurado, atrevido y por momentos poco serio, nos pareció interesante rescatar las palabras de estos dos autores, ya que, en una de las últimas charlas emitidas por la docente titular de la cátedra, ésta, ha dejado bien en claro que su misión no es el traspaso de contenidos y saberes, sino más bien, dotarnos de capacidades para progresar y ordenar lo aprendido. Es decir, enseñar para la vida, desde la vida (como lo es la realidad social que nos circunda y en la cual estamos inversos), con los conocimientos suficientes (contextuales, procedimentales y actitudinales), para lograr un aprendizaje mutuo de verdad y de calidad, pues, un aprendizaje no sirve si se olvida, y mucho menos si no es compartido."